Todos somos especiales

Cuando me sobrepasan los demás con su rapidez o sus virtudes suelo estancarme y detenerme a pensar que no me son iguales. Los ubico (sin juzgar) en un grupo complementario, me son como un rompecabezas que se une armoniosamente, pieza con pieza, todos en un grupo.

Pero en cuanto a mí, soy una pieza sobrante, y tal vez sea que no lo note, pero no siento que sea especial o que ellos lo piensen.

Soy muy diferente, y aún mis defectos no son nublados por los demás y sus virtudes, como si no quisieran hacerlo.

Pienso que no pertenezco a su grupo. Ellos son de diferentes colores, pero combinan entre ellos, ¡Lindos colores que forman un arco iris!

Pero mi color es muy diferente, no veo uno semejante, que combine o complemente con el mío, “me es tan extraño”.Por eso me alejo. No parezco pertenecer al mundo del cual hablo que me parece tan extraño.

Pero al final de cuentas razono en que solo soy diferente a un gran grupo, “Soy un nuevo matiz”. Sí, si soy especial. Luego pienso diferente de mi soledad al desahogarme. Todos somos diferentes y especiales.